e regreso a los cines en unos días, ha tardado ni más ni menos que trece años en presentar su secuela, desde aquel brillante estreno en 2009, que con el tiempo la ha convertido en la película que más recaudación ha tenido de la historia del cine. James Cameron vuelve a dirigir una historia escrita por él, Rick Jaffa y Amanda Silver, y que recupera al reparto original. Sam Worthington como Jake Sully, Zoe Saldaña como Neytiri, Sigourney Weaver como Kiri. Además de Giovanni Ribisi o, de forma casi sorprendente, Stephen Lang. Junto a ellos, veremos a Kate Winslet, de regreso a las órdenes de Cameron, o Cliff Curtis. Con el paso de Jon Landau, principal productor y socio de Cameron, por Madrid pudimos saber por qué hemos esperado tanto tiempo… “Queríamos hacer las cosas bien. Cuando decidimos hacer las secuelas, sabíamos que queríamos hacer más de una. Y la base de una película es el guion. Nos llevó un tiempo completar cuatro guiones y dejarlos en una situación en la que Jim (Cameron) y yo nos sintiésemos cómodos con lo que íbamos a hacer. Después teníamos que descubrir la tecnología. Siempre hemos pensado en las películas que hacemos como pioneras, filmes que llevan la tecnología hasta lugares que no sabía que podía llegar. Para crear las escenas que hoy hemos enseñado bajo el agua, tuvimos que llegar a una tecnología en la que nuestro reparto pudiese rodar todo eso, que pudiese interpretar esas escenas, que pudiésemos captar esas interpretaciones y ser fieles a lo que el reparto había hecho”, nos contaba.
