Qué es un activista?”, pregunta Sebastian Vettel. Se rasca su desaliñada cara y hace una mueca, irritado por la acusación de que se ha convertido en uno. Es difícil argumentar en contra: en los últimos años, incluso cuando ha tenido problemas para estar entre los 10 primeros con el equipo Aston Martin Cognizant Formula One Team, Vettel se ha convertido en la voz más fuerte dentro de la F1 en temas que muchos aficionados a las carreras no apreciarán: los derechos civiles, el boicot a Rusia, la difícil situación de los niños desfavorecidos, las desigualdades en los países del sur y, lo más importante, el cambio climático, que según él cree, está relacionado con todo.
Greta Thunberg es una activista, propongo. “No lo sé”, responde. “¿Es Greta una activista o es solo una ciudadana muy preocupada por nuestro planeta?”
Estamos sentados en el de Aston Martin