¿Cómo ha sido enfrentarse a Rodrigo, tu personaje? Porque imagino que un agente del caos como él – todos los giros vienen dados por él–, ha tenido que ser un gran reto.
La verdad es que sí, porque era un personaje con ingredientes muy dispares que había que hacer confluir y darles un sentido y una organicidad. Porque es un tipo que, de repente, aparece como un empresario, bien vestido…, pero luego no es lo que parece y confluían en él un montón de cosas desagradables. Creo que el mayor reto era que alguien tan extremo pudiese resultar atractivo para el espectador. Y también), entonces me fijé mucho en él. No quiere decir que sea una interpretación de él ni mucho menos, pero algunas cosas sí las saqué de él. Luego es meter eso en la coctelera, en la imaginación, para que todos esos elementos tan dispares confluyan.