Como en otros ámbitos, existe también una brecha tecnológica en personas con discapacidad. ¿Qué implica eso?
En las personas con discapacidad, la brecha digital es más bien un abismo. Es cierto y es un gran tema que la tecnología abre muchas puertas. Nos permite acceder a información y, si bien todavía encontramos barreras que hay que ir eliminando, es una herramienta que usamos para todo: para leer un libro, para interactuar en el trabajo, hacer trámites. Hoy, con la cámara, se permite acceder a mucha información de distinta índole. En un plano personal, por ejemplo, un test de embarazo. Una persona con discapacidad puede usar la app Be My Eyes y, a través de videollamada con alguien anónimo, le puede hacer mirar el test. La tecnología resuelve en