Continuando nuestra ruta no queda más remedio que parar en uno de los miradores para fotografiar la bellísima imagen de Cap Norfeu (cabo de Orfeo).
Si durante todo el trayecto la belleza de sus calas, cuevas y acantilados de toda la bahía es espectacular, al llegar a este punto y observar la lengua de tierra de unos 2 km que entra, unos islotes rocosos, con formas tan caprichosas que algunas casi recuerdan las siluetas de animales, entre los cuales destacan el Cavall Bernat y el Gato.