EL “NUEVO ORDEN” SE IMPONE A TIROS EN EL EDOMEX
TONATICO, MÉX.- El pasado martes 3 el crimen organizado volvió a incendiar al sur del Estado de México.
Grupos de bandoleros uniformados y armados bloquearon los principales accesos a Sultepec con tráileres y camionetas incendiados, balacearon instalaciones oficiales y un centro de salud, lanzaron desde Tejupilco una dura declaración de guerra contra presuntos policías corruptos e impusieron un “toque de queda” por al menos un día completo, mientras la gente aterrorizada se atrincheró en sus viviendas.
“Así es aquí, es la ley del crimen, son ellos los que mandan, los que imponen tarifas y controlan el mercado, ponen y quitan autoridades, y conceden perdón o dan sentencias de muerte”, asegura uno de los ciudadanos desplazados por la violencia que se vive en el sur del Estado de México –quien por esta situación pide omitir su nombre–, donde desde hace casi dos décadas grupos delictivos en aparente colusión con mafias políticas y autoridades han impuesto un nuevo orden: el de las balas y el terror.
Ese “nuevo orden” regional ha dejado al menos tres alcaldes ejecutados, numerosas emboscadas contra policías, asesinatos y desplazamiento de periodistas, migración masiva de productores agrícolas hacia Estados Unidos y Canadá, y el florecimiento de una nueva economía que combina los “negocios criminales típicos”, como el trasiego de drogas, el secuestro y cobro de piso, con negocios lícitos usados como fachada.
La noche del martes 3 y al día siguiente los rumores de la llegada del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para imponerse en esta vasta región serrana y desplazar a la Familia Michoacana, se regaron por la llamada Tierra Caliente, que colinda con Guerrero.
Desde Ixtapan de la Sal hasta
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos