Aunque muchas empresas establecen sus objetivos de sostenibilidad, pocas tienen una historia y legado como el que Anita Roddick dejó en una marca de cuidado personal ocupada en ofrecer productos acordes a las necesidades de la mujer contemporánea, tener cadenas de suministro éticas y prácticas sostenibles, evitar las pruebas en animales e impulsar el empoderamiento femenino en distintas comunidades.
no solo es una de las pocas marcas con presencia mundial regida bajo prácticas éticas;