DE UNA FORMA MÁSNATU-RAL Y SIN RECURRIR a los fuegos de artificio de sus primos de Volkswagen, el Skoda Enyaq te recibe con un interior bien pensado y mejor rematado todavía. Sí, es algo más convencional y menos futurista, pero uno se siente familiarizado con todos sus mandos al instante y eso es importante. Impresiona la pantalla central, de enormes dimensiones, con una buena resolución, pero por contra no siempre es todo lo rápida y ágil que uno espera al navegar entre sus menús.
Donde más destaca este Enyaq 80 es en la habitabilidad, tanto en las plazas delanteras (muy desahogadas), como en