ES UNA TARDE TÍPICA DE VIERNES DE LA PRIMAVERA californiana, de esas que tienen una mezcla ideal de calor, acompañado por una brisa fría que abraza la ciudad costera de Los Ángeles. Mientras estoy en el jardín de la famosa Palihouse Santa Monica sobre 3rd Street, un auto pasa casualmente frente a mí buscando estacionamiento. Manuel García-Rulfo va al volante.
Ha tenido semanas imparables (de hecho nuestra cita para esta sesión de fotos y entrevista se tuvo que postergar en dos ocasiones). Manuel llega directo de Pittsburgh, donde está grabando una nueva película, se estaciona en dos movimientos y baja del auto con nada en las manos, sin más planes para este viernes que los de trabajar en esta historia, que no es la primera para Esquire México. En 2017, él y yo hablamos sobre su experiencia en Murder on the Orient Express, lo cual recordamos mientras subíamos en el elevador vintage, de esos con puertas corredizas y botones duros de apretar, al penthouse donde el equipo de producción nos esperaba.
“Un té de lo que tengan y un poco de agua!