PLAN DE AMLO PARA COMBATIR LA INFLACIÓN: COSMÉTICO Y CON INTENCIÓN POLÍTICA
Aunque el plan antiinflación anunciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador para el próximo 4 de mayo evoca a los pactos y los controles de precios impulsados por Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari, politólogos, economistas y analistas aseguran que este gobierno no enfrenta los problemas estructurales que padecía la economía mexicana entre 1987 y 1989.
En 2022 las estructuras económicas del país están sometidas a una escalada inflacionaria importada que debería mitigarse con más acciones de política pública, política monetaria y vigilancia frente a la especulación, no mediante pactos más simbólicos que efectivos. Los oligopolios son, además, un factor determinante en los precios históricamente altos que pagan los consumidores mexicanos, por lo que el combate a acuerdos colusivos sería otra forma de combatir la inflación.
Si bien son varios los factores externos que influyen en las alzas –energéticos caros, la guerra Rusia-Ucrania, los efectos pospandemia–, la economía mexicana padece altas concentraciones de mercado en distintos sectores e industrias que históricamente han impedido que existan más participantes como para que “las fuerzas del mercado” hagan su tarea y provoquen disminuciones de precios.
Esas concentraciones resultan favorable en los acuerdos que pretende concretar el gobierno para controlar precios, pues implica que deberá negociar con pocos actores en cada mercado/producto.
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