El anuncio del Vaticano nos traslada a épocas de la Guerra Fría entre EE UU y la URSS. A la hora de escribir estas líneas todos los medios de comunicación publican que en próximos días el papa Francisco consagrará Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de la Virgen María, iniciativa que recuerda a una de las peticiones de la Virgen a los tres pastorcillos durante las apariciones de Fátima (Portugal) en 1917. «Si se escuchan mis peticiones, Rusia se convertirá y tendrán paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia», contaron los niños que les había dicho la Madre de Dios en una aparición. Los pequeños, que nada sabían del mundo, pensaron que Rusia era «una mujer de mala vida». Ignoraban por completo que se trataba de una nación, escribió décadas después Lucía dos Santos, la única vidente que quedó con vida, pues lo otros dos pastorcillos, Jacinta y Francisco Martos, fallecieron en 1919 y 1920 respectivamente a causa de la gripe española.
En octubre de 1917, tras la ya famosa danza del Sol, las apariciones de Fátima pasaron a mejor vida. Lucía dos Santos se hizo monja de clausura y así continuó hasta su fallecimiento en 2005 a los casi 98 años de edad. Las dos primeras partes del secreto de Fátima (el mensaje revelado de la Virgen a los niños) las transcribió sor Lucía en 1941 y la Iglesia no tuvo reparos en darlas a conocer. La primera se refiere a la visión del infierno que presenciaron los tres pastorcillos. La segunda, en teoría, predice el fin de la I Guerra Mundial (1914-1918) y la revolución bolchevique de 1917 en Rusia y su adhesión al comunismo.
UCRANIA: CLAVES DE LA GUERRA MÁGICA
Hay que tener en cuenta que supuestamente los niños recibieron la revelación de las tres partes del secreto el 13 de julio de 1917, cuando todavía faltaban unos meses para que los revolucionarios acabaran con el imperio zarista. Sin embargo, debemos poner más que en duda el carácter profético de esta segunda parte, porque como comentamos anteriormente, Lucía la escribió en 1941. Por otro lado, la petición de la Virgen sobre la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón se convirtió con