MALA FAMA
Sin sulfatos, sin parabenos, sin siliconas… Los champús fueron los primeros en comenzar a lucir etiquetas ‘sin’. Después de ellos, llegaron las mascarillas, los acondicionadores y otros productos capilares. ¿Pero por qué tienen esa mala fama?
DOS CARAS DE LA MONEDA
Todas estas sustancias se han convertido en los enemigos número uno de nuestras melenas, pero antes de), en Madrid. Estos activos crean una especie de película protectora en cada una de las fibras capilares, alisándolas y sellando las cutículas que las forman. "El resultado es una melena suave, sin encrespamiento, con puntas en buen estado y llena de brillo. Además, ese film protector ayuda a cuidar el cabello frente a la acción de agentes externos como las temperaturas extremas (frío o calor), el viento o el cloro y el salitre, tan peligrosos para el pelo durante la época estival", añade el experto. Pero también tienen un lado oscuro…
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