ICONO A LA ITALIANA
Contemplar el cine italiano del siglo XXI implica rendirse ante la mirada serena y la gestualidad expansiva de Toni Servillo (Afragola, 1959). Si hubiese que buscar, en el panorama actual, a un intérprete transalpino capaz de emparentarse con leyendas como Marcello Mastroianni o Vittorio Gassman, Servillo sería el elegido, sin lugar a duda. Solo por su encarnación del Jep Gambardella de (2013), con su perfecta imbricación de hedonismo y amargura, bastaría para situarlo en el panteón del cine italiano. Sin embargo, Servillo se niega a vivir de rentas.dio vida a un álter ego del padre de Paolo Sorrentino. Luego, en se metió en la piel del célebre actor y dramaturgo napolitano Eduardo Scarpetta. Y, por último, en protagonizó un espectacular con otra leyenda viva del cine italiano: Silvio Orlando
