Futuro
LA MODA HA SIDO SIEMPRE CAMPO ABONADO PARA ESPÍRITUS LIBRES.
no solo fue la diseñadora más excéntrica del París del siglo pasado y la rival más temible de ‘Coco’ Chanel; Elsa Schiaparelli fue de las pocas que siempre creyó que su oficio no tenía nada que envidiar al arte. Prueba de ello fueron sus colaboraciones con reconocidos pintores, escultores y fotógrafos de su tiempo, con quienes estableció un diálogo entre iguales. De aquellos años queda su inolvidable tándem con Salvador Dalí, con quien realizó el vestido-langosta o el sombrero-zapato. ‘Schiap’, como la llamaban sus amigos, fue la primera diseñadora capaz de aliarse con los movimientos artísticos para crear piezas que, además, se podían llevar puestas.
Su caso perfila uno de los ejemplos paradigmáticos de la simbiosis entre arte y moda, dos ámbitos de la cultura cuya relación, resumía en una frase la entrevista realizada al diseñador con motivo de su nueva colección: «Estaba harto de hacer vestidos para multimillonarias aburridas». Era el anticipo de una acertada apuesta que llevó a Saint Laurent a mantener un idilio con el arte del siglo XX, con gurús del como Mondrian, Poliakoff o Wesselmann. Rendirles homenaje fue una vía de escape a la que invitó a sumarse a una alta sociedad por aquel entonces ávida de novedades.
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