UN PASEO ECUESTRE
fue afirmar que “la sencillez es la clave de la verdadera elegancia”, algo que no sólo se limitó a decir, sino a predicar hasta su fallecimiento en 1971. Defensora de diseños con un estilo que permaneciera para siempre, su legado fue continuado primero por Karl Lagerfeld y ahora por Virginie, quien parece negarse a dar respuesta a las expectativas creativas de nadie y toma su propio camino, recorrido a galope, para conquistar las sendas de las líneas puras y del minimalismo de ideas. No vestir el traje del Káiser y enfundarse en el suyo propio es la personalidad que ha adaptado Viard, reafirmada cada temporada y patente en el último desfile de alta costura de la firma. Su trabajo rompe con la idea errónea que André Leon Talley, legendario editor de moda, manifestó en sus memorias, traducidas al español por la editorial Superflua. En ellas escribió que "una vez ausente Karl Lagerfeld, el lujo se acabaría. No sólo en la firma, también en todo el sector". Sin duda, una de las pocas visiones equivocadas del experto, ya que Viard sigue la senda que Coco Chanel fijó en 1916 con su primera colección de ropa... pero a su manera.
