EL 7 DE DICIEMBRE DE 2017, John Reardon estaba hablando por teléfono con un potencial postor, poco antes de una subasta de relojes en Nueva York. Dicho postor tenía su mente puesta en un reloj en particular. En el lugar 67 estaba un Patek Philippe automático de acero inoxidable con una cara estriada azul/ negra y el número de referencia 571/1A, que forma parte de la colección de relojes Nautilus deportivos.
Los Nautilus habían sido la esencia del catálogo Patek desde 1976 y había sido producido sin interrupciones durante 43 años, como Reardon pudo confirmarlo, ya que estaba trabajando en Patek cuando el ref.5711/1A salió en 2006. Pero en el 2017, estaba trabajando en Christie’s como el director internacional de relojes, donde frecuentemente estaba a cargo de llevar a cabo las megasubastas de relojes que siempre llegan a los titulares.
“Recuerdo ese día”, me dice Reardon, desde su hogar en Nueva Jersey. “Era increíble que alguien quisiera este reloj, lo deseaba tanto que estaba dispuesto a pagar cualquier cantidad”. Aquel postor dejó una cantidad de dinero que indicaba que él compraría el reloj sin importar lo que ocurriera en la habitación esa noche.
“No puedo compartir demasiado, porque sería muy fácil identificar a esta persona pero, en pocas palabras, amaba por completo a este reloj. Su estética, lo que representaba y que no era algo que pudiera comprar fácilmente en cualquier tienda en cualquier momento”.
Por esto podemos inferir que esa persona era alguien famoso o un multimillonario en fuga –nos gustaría pensar que fue la segunda opción-. De cualquier manera, fue un gran presagio. “Una subasta siempre se reduce a quién apuesta más que el otro”, dice Reardon, “y ese día tenía el potencial de irse para arriba”.
De hecho, el segundo postor se quedó en los 32,000 dólares, lo que implicó que nuestro postor obtuvo su premio por 35,000 dólares (43,750 dólares con la membresía premium), un precio respetable y apropiado para el mercado en ese entonces. (El precio de venta oficial del Nautilus es de 29,803 dólares hoy en día). “En retrospectiva, esos precios eran conservadores”, ríe Reardon. “Muy conservadores”. Algo estaba pasando. Menos de un año más tarde otro modelo se vendió en Ginebra por 125,000 francos suizos, más el servicio premium, hoy serían aproximadamente 100,000 libras. Después de eso, el atractivo del Patek ref.5711/A de acero inoxidable alcanzó –usando la frase de Reardon– “una aceleración nuclear”.
La demanda por los relojes Patek siempre ha superado su suministro, pero esto era distinto. En 2019, The New York Times publicó un artículo: “Podría tomar 8 años conseguir este Patek Philippe. Si es que logras entrar a la lista”. Después de 178 años, Patek Philippe tenía un modelo con una alerta roja
“¿Por qué el Nautilus es tan popular?”. El presidente de Patek Philippe, Thierry Stern, preguntó de forma retórica durante un evento en Milán al poco tiempo. “Claro, estoy contento,
