El emblemático hotel Casa Hoyos, en San Miguel de Allende; el Bar Bronson, en Guanajuato; o el que considera un parteaguas en su carrera, el Ignacia Guest House, en la colonia Roma, son algunos de los diseños que lo han llevado al pódium del diseño mexicano.
¿Cómo descubriste tu vocación en el mundo del interiorismo?
Desde niño supe que tenía talento creativo, pues mi actividad favorita siempre fue dibujar e inventar historias. Pero hablando específicamente de los interiores, recuerdo mucho a Adriana, la mamá de mi mejor amigo en la adolescencia. Ella era una diseñadora de interiores muy talentosa con un estilo clásico y un gusto impecables.
Javier, mi amigo, y su familia tenían una casa pequeña pero increíble, diseñada por Adriana, con un sentido de composición simétrica que me alucinaba. Por ella conocí el mundo de los interiores e incluso aprendí con solo observar. Varias reglas de decoración que me enseñó, las aplico hasta el día