En la historia de la relojería se han catalogado multitud de escapes aunque no todos ellos se llevaron a su fabricación en serie.
Vamos a hacer un breve repaso de la historia y técnica de los escapes antiguos y nos detendremos en mayor medida en los escapes más modernos. Hablaremos por tanto del escape de rueda catalina, el dúplex, el de vírgula, el de cilindro, el escape Roskopf, el de áncora, y de los más modernos como el Co-axial de Omega, el Chronergy de Rolex, el Pulsomax de Patek Philippe, el escape de doble impulso de Seiko o el escape de Ulysse Nardin.
TIPOLOGÍA DE LOS ESCAPS
Siguiendo la clasificación de Pedro-Germán Belda en su “Manual de Relojería” podemos englobar los diversos escapes en tres clases:
• Escape de retroceso: su peculiaridad radica en que cada vez que se produce una oscilación del órgano regulador (volante, péndulo…), la rueda de escape adelanta diente a diente, pero se produce un retroceso en el rodaje. El escape de rueda catalina es un ejemplo de este tipo de escapes.
• Escape de reposo: es una evolución del anterior tipo, pues no se produce retroceso, aunque sí “reposo”. En este género incluimos el escape de cilindro y el dúplex.
• Escape libre: es el sistema de escape más moderno. En él, el órgano regulador se mueve libremente sin estar en contacto directo con la fuerza motriz. Para tal fin se ideó el áncora sobre el que se apoya la rueda de escape, mientras el volante oscila libremente. A este género pertenece el escape mundialmente usado en la actualidad, el escape de áncora, y las otras variables con áncora y