Llora para comunicarse
asta que sean capaces de hablar, los niños lloran por la misma razón que los adultos hablamos: para comunicar estados de ánimo y necesidades. Por eso, aprender a distinguir las distintas formas del llanto supone todo un reto. La buena noticia es que los propios niños nos echan una mano. “Los bebés no engañan, son pura emoción”, dice Enrique García Fernández-Abascal, catedrático de Emoción y Motivación de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). “Dependen al cien por cien de nosotros y necesitan comunicar bien sus emociones. Al principio, el único recurso que tienen es el llanto, que aprenden a manejar muy temprano”. Descifrándolo, distinguiendo el dolor del miedo o el enfado, les damos las
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