¿Las mascaras led valen lo que cuestan?
o sabemos tú, pero cada vez que una famosa muestra un tratamiento de belleza estrambótico, nuestra primera reacción es poner los ojos en blanco y pensar: «¿Pero quién te ha pagado para promocionar ese aparato loquísimo que seguramente no haga nada de nada?». Por eso, cuando vimos las primeras fotos de gente como Chrissy Teigen de cuestionable funcionalidad. Y fíjate tú, resulta que nos equivocábamos, porque sí, hasta las editoras de belleza veteranas se pueden equivocar… El led–la forma más sencilla de decir diodo emisor de luz–emite una luz de gran intensidad que tu piel absorbe. «Las luces más comunes son las rojas y las azules, y pueden usarse juntas o por separado», explica la dermatóloga Mona Gohara, profesora clínica asociada de la Universidad de Yale (EE. UU.). La luz roja es genial para estimular la producción de colágeno (rellenar la piel y alisar las líneas de expresión), y la azul también va de maravilla para tratar el acné inflamatorio (elimina las pústulas de la superficie). Según la doctora Gohara, «la luz azul tiene propiedades antibacterianas y ayuda a reducir la producción de sebo». Suena todo muy esperanzador, lo sabemos. (y aquí llegamos a la parte más peliaguda de la cuestión) la mejor terapia led es la que se lleva a cabo con un tratamiento en cabina, porque los médicos y especialistas emplean unas luces más potentes. Este tipo de tratamiento puede ser caro (hasta 300 € para una sesión de una hora) y se necesitan varias sesiones para ver resultados. Además, no suele cubrirlo ningún seguro médico. Pero tranquila, no está todo perdido… Con aparatos led de uso casero puedes ver también resultados. «Poner en práctica una terapia led por tu cuenta no suele tener consecuencias catastróficas, al contrario de lo que puede llegar a suceder si te haces un . No puedes hacerte ningún destrozo, vaya», afirma la doctora Gohara. Si sigues las instrucciones, a las seis semanas se habrá reducido el acné, no tendrás rojeces ni irritación. Y si quedas contenta, podrás subir tu como si fueras una famosa (Chrissy, ¿yujuu?, ¿estás ahí?).
