Los ROBOS de ARTE más SONADOS
Sea el actor Pierce Brosnan de protagonista millonario en una cinta de 1999, el francés Lupin o un documental de Netflix (), el robo de obras de arte siempre ha dado juego para guiones cinematográficos. Y, a menudo, el de los robos supera con creces cualquier película, tanto que los detalles sirven para amenizar cenas entre amigos o como información adicional que se da en un turístico. Es lo que sucede, por ejemplo, cuando tomas el barco por el parisino canal Saint-Martin: a una altura determinada, donde estaba el apartamento de Peruggia, que robó la del Louvre, el turista recibe todo tipo de detalles sobre este robo que aconteció un caluroso 21 de agosto de 1911. Peruggia conocía bien el museo porque había trabajado allí como vidriero: aquel día de 1911, descolgó el cuadro, lo guardó bajo su bata y se lo llevó a su apartamento. Allí estuvo el retrato dos años, hasta que el italiano llamó a dos marchantes para ofrecérselo: el ladrón quería devolver el cuadro a Italia porque
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