PROBLEMAS CON TELEGRAM
La carrera de Telegram ha sido bastante curiosa. Comenzó a la sombra de Facebook, WhatsApp y compañía, pero ahora cuenta con 500 millones de usuarios en todo el mundo. Para algunos esta aplicación es el estandarte de la libertad de expresión, y para otros el refugio de los seguidores de las diferentes teorías conspirativas.
¿Una nueva ley?
Merece la pena hablar del caso de Alemania. Desde que la policía alemana descubrió en un chat de Telegram un plan en el plazo de un día, y los ilegales en el plazo de siete. Pero esto solo se aplica a las redes sociales comerciales como Facebook o Twitter. Pero ¿qué pasa con Telegram? Durante varios años, el Ministerio Federal de Justicia alemán consideraba a Telegram como un servicio de chat y, por tanto, no se contemplaba dentro de este marco jurídico. No obstante, antes de cambiar de Gobierno, el panorama ya había cambiado. Alemania tiene en marcha dos procedimientos de imposición de sanciones económicas contra Telegram, con reclamaciones por un importe superior a 50 millones de euros e, incluso, el Ministerio Federal de Interior, con su nueva ministra Nancy Faeser del Partido Socialdemócrata (SPD), también ha adoptado una postura firme: dado que Telegram permite que un número ilimitado de usuarios se suscriba a un canal, que en otras redes sociales. Sin embargo, ni los procedimientos ni las opiniones del Gobierno alemán ni de ningún otro Gobierno le importan lo más mínimo a Telegram.
