Sarah

De camino al 27 de Old Bond Street, en Londres, pasas por delante de una serie de tiendas con personal vestido íntegramente de negro, cuyas penetrantes miradas son un reto para cualquiera que desee aventurarse a través de sus umbrales. En Alexander McQueen, Sarah Burton ha adoptado una técnica radicalmente diferente: espera animar a cualquiera –escolares, estudiantes y a todo aquel con interés en la moda– a que entre por sus puertas. «Es vital que la gente tenga acceso a la creatividad, en especial los niños», dice Burton, directora creativa de la marca desde hace una década. «En las escuelas no se enseña lo suficiente y la gente no lo considera como una carrera, pero la moda es una industria inmensa. Es un maravilloso crisol de culturas.E incluso si se te dan muy bien los ordenadores o las matemáticas, puedes venir y trabajar aquí. O si no quieres hacer este trabajo, creo que la música y la creatividad son muy importantes para el alma. Quiero llegar a los