RESISTIR
ESTADOS UNIDOS • ARGENTINA • AFGANISTÁN • REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO
EN JULIO DE 2021, el fotoperiodista indonesio Muhammad Fadli llevó sus cámaras a un cementerio a las afueras de Jakarta y comprendió, como nunca antes, lo mucho que se equivocaba. Durante varias semanas, entre marzo y abril, Fadli se dejó convencer de que la vida, como la conocía, se estaba restaurando: inició la campaña nacional de vacunación, los centros comerciales reabrían y los mercados recuperaban su bullicio.
Pero no. Fue como aquel momento de calma en las películas de terror: la falsa serenidad antes del próximo sobresalto. Ahora, en esta nueva zona de entierros –una de seis que se construyeron cuando se llenó el cementerio público principal a razón de la pandemia–, la maquinaria excavaba más tierra mientras los dolientes lloraban junto a tumbas nuevas.
En la entrada, Fadli se dio cuenta de que no dejaban de llegar carrozas fúnebres, en muchas ocasiones al mismo tiempo, que debían esperar formadas para trasladar más muertos. Cuando los choferes abrieron las puertas traseras, Fadli pudo ver que muchas de ellas transportaban más de un ataúd. “Unas llevaban hasta cuatro”, me dijo a principios de septiembre. Al quedarnos pensando en eso, se produjo un silencio en nuestra llamada. Estaba en mi casa, en California, donde ardían cinco condados del norte y un incendio que abarcaba 89
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos