Fractales los colores del infinito
«La cosa más bella que podemos experimentar es lo misterioso. Es la fuente de toda verdad y ciencia».
ALBERT EINSTEIN
Mandelbrot, el padre de los fractales
El matemático Benoît Mandelbrot (1924-2010), nació en Varsovia, en el seno de una familia judía que emigraría a París ante el auge del nazismo. Se formó en la Escuela Politécnica de aquella ciudad, completando sus estudios con posgrados en campos como la aeronáutica y las matemáticas.
En 1958 Mandelbrot se marchó a EEUU para trabajar en IBM, la célebre empresa informática. A lo largo de su vida fue también profesor de Ingeniería de la Universidad de Yale, profesor de Matemáticas en París, profesor de Economía en Harvard y profesor de Fisiología en el Colegio Albert Einstein de Medicina. ¿Cómo pudo abarcar tanta variedad de disciplinas? Porque había descubierto la geometría fractal.
En 1982, su libro La geometría fractal de la naturaleza, marcó un hito al divulgar su descubrimiento de la geometría fractal. En él definiría un fractal como aquella figura matemática autosemejante en la que una parte tiene la misma forma o estructura que el todo, aunque sea a diferente escala o ligeramente deformada: los contornos de muchos fractales parecen, de hecho, imitar formaciones naturales, como las líneas de costa o las nubes. El descubrimiento de las formas fractales ha resultado de excepcional interés para disciplinas tan diversas como la biología, la geología, la lingüística o la arquitectura. Lo más interesante es
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