Al otro lado de la pantalla está Mariana y en su ubicación es casi de noche. Se encuentra en Berlín, de paseo. Una mezcla entre visitas a amigos y también encontrar una oportunidad para bailar. “Está funcionando Berghain, pero entrar sin lista no es una opción, porque hay filas de ocho o nueve horas”, dice sobre el Versalles del techno. “Siempre me ha gustado mucho el baile. Con mi amiga Lux Pascal, hace años, bailamos como siete horas seguidas ahí. El baile me salvó en la pandemia, mi marido ponía las tornamesas y hacíamos fiestas entre los dos”, cuenta.
Para llegar a Alemania el viaje fue corto, porque hace seis meses se trasladó a vivir a Madrid junto al músico y productor Sebastián Román y su perro Vito. Se nota encantada por su nueva ciudad. “Me encanta caminar, que esté lleno de museos y eventos culturales y de moda. Me encanta la moda, pasear por tiendas espectaculares o mirar los looks de la gente”, dice. Aunque también reconoce que migrar es difícil, aún cuando ella está consciente de haberlo hecho en condiciones privilegiadas. Vivir en otro lugar para Mariana es cumplir un sueño. “Yo tenía ganas de vivir afuera hace muchos años. Recuerdo mis primeras negociaciones en televisión con Mega y yo le decía al productor que