LA ESTRELLA DE BELÉN ¿OVNIS EN TIEMPOS DE JESÚS?
Los magos siguieron su camino. La estrella que habían visto en Oriente iba delante de ellos, hasta que se paró sobre el lugar en el que estaba el niño. Al ver la estrella, se alegraron mucho; habiendo entrado en la casa, hallaron al niño con María, su madre. Se postraron para adorarlo y, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra”. (Mateo 2, 9-11). Esta es la única descripción que, en el Nuevo Testamento, se ofrece de un icono tan emblemático como es el alumbrado de neón que adorna las fiestas navideñas como es la estrella de Belén. Ni Marcos, ni Lucas, ni Juan hacen mención alguna a un acontecimiento sobrenatural de tal envergadura: que una estrella se moviera en el cielo durante varios días, guiando a unos peregrinos desde Oriente hasta Palestina, para detenerse finalmente sobre una humilde cueva de Belén, donde se abrigaba el pesebre en el que dormía el Niño Dios. ¿Cuál fue la verdadera naturaleza de aquella estrella? ¿Ha logrado la ciencia actual identificar la “estrella de Belén” con algún acontecimiento astronómico? ¿Acaso se trató de un OVNI, tripulado por seres procedente de alguna lejana galaxia, que te-nía como objetivo cumplir un determinado plan cósmico?
La de Mateo es la única descripción que, en el Nuevo Testamento, se. Ni Marcos, ni Lucas, ni Juan hacen mención alguna a este acontecimiento sobrenatural.
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