“Nadie en el México de hoy fue conquistado. No por España, desde luego; a lo sumo, por un discurso nacionalista y victimista muy mexicano”.
Juan Miguel Zunzunegui, Hernán Cortés. Encuentro y conquista
Es Licenciado en Comunicación por la IBERO, Maestro en Humanidades por el Instituto Cultural Helénico y Maestro en Gestión de Arte y Cultura por la Universidad de Melbourne. Ha trabajado para agencias de publicidad como Publicis, Olabuenaga-Chemistri y Central Buzz. Es cofundador de la productora cultural Polytropos AC y pertenece al Global Fellowship (2017-18) del Instituto de Relaciones Culturales Internacionales de la Universidad de Edimburgo.
ENEMIGO NACIONAL
“Si un mexicano odia lo español, se está odiando a sí mismo. Es una actitud autodestructiva”, es una frase de Miguel León-Portilla; alineado a este sentir Juan Miguel, abres tu libro con la siguiente interrogante de carácter psicológico: “¿Quién nos enseñó a odiarnos a nosotros mismos?”. Hago uso de ella para preguntártelo a ti, el autor.
Lo peor es que esa respuesta está en la pregunta: nosotros mismos. Es decir, construimos una narrativa histórica en contra de nosotros. Lo cual tiene que ver con un acontecimiento histórico, la Independencia. Hay que ubicar una cosa: jamás en la vida fue conquistado México; fue conquistada Mesoamérica, donde no había México; donde había una de las raíces de México, pero no México. Y Mesoamérica fue conquistada por la otra raíz, nuestra raíz hispana, y se juntan las dos. Nueva España, que es el reino que se construye sobre la civilización mesoamericana, existió 300 años y fue un reino muy raro. Uno podría pensar que es un reino hispano, porque está lleno de hispanidad, de arte barroco, tradición católica, de todo lo que traen los españoles, pero que finalmente se construye sobre lo indio. Sobre y con lo indio, porque todas las tradiciones que llegan de España se mezclan con las tradiciones indígenas; a nivel sincretismo religioso es claro como pocas cosas. Sin embargo, lo que se independiza en