EL SENTIDO DEL ZOOM
rente a Olivia Kemp, el pulgar y el índice se juntan y separan como si se lanzaran a patinar sobre hielo. Quien. En la galería F&deO, el bolígrafo de la artista británica se lanza al papel sin boceto ni ensayos. La tinta oscura comienza a trazar líneas como “un flujo de conciencia”, alimentando a la siguiente hasta construir la imagen final. Cinco obras arman la exposición de Madrid. mira a la colaboración del mismo nombre, , que en el siglo XVII Rubens y Brueghel el Viejo firmaron para los gobernadores españoles de Holanda. Kemp se alía ahora con el Museo del Prado. De la residencia que realizó en 2015 en la pinacoteca se nutren y . Las referencias a Goya, Velázquez, Murillo o El Greco se cruzan sobre la mesa de un banquete, se cuelgan de la pared de una galería en forma de cuadro, se alzan como puente toledano más allá de una ventana. El preciosismo busca la fascinación, la observación asombrada. Los detalles se amontonan en forma de cepillos de dientes, agujas desperdigadas sobre la alfombra o macacos a punto de cantar mientras las miniaturas de cuadros atestan el fondo, convertidas, sobre el papel de Kemp, en un juego de memoria visual.
