UN DÚO SALVAJE

Era sólo una adolescente. Recuerdo perfectamente ir en moto por la Gran Vía de Barcelona y ver una tienda que me impactó. Tuve que parar. Eran los noventa y, ya entonces, Desigual tenía un código cromático muy característico. Eso fue lo que me llamó la atención, después me enamoré de su mensaje de libertad y diversión». Así relata la diseñadora María Escoté (Barcelona, 1979) el comienzo de su idilio con la casa catalana. «Ambos(en el que la creadora ejerce de jurado junto a Lorenzo Caprile y Palomo Spain)- nació Desigual X María Escoté. «Tuvimos una primera reunión con el equipo y hubo muy buena sintonía. Yo estaba atravesando una época en la que necesitaba un cambio y, para mí, desde el principio, Desigual ha sido como ese hermano mayor que siempre está ahí, que intenta cuidarte, protegerte y darte lo mejor». Aunque, en realidad, protección, María necesita poca. La diseñadora ha hecho prácticamente de todo. Empezó trabajando en el negocio familiar con 19 años, mientras estudiaba diseño; fundó su marca en 2006, convirtiéndose en la gran promesa de EGO, la plataforma de jóvenes talentos de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, para dar el salto a la pasarela principal en 2010. En sus más de 15 años de carrera, se ha consagrado como uno de los grandes nombres de la industria en nuestro país, sin embargo su trayectoria se extiende más allá de nuestras fronteras.