Línea 12 Tortuguismo, y lucimiento
Alrededor de la investigación sobre el colapso de una trabe metálica del tramo elevado de la Línea 12 del Metro existe una maraña legal de denuncias penales y administrativas, así como de documentos de deslinde anticipados que se acumulan y hacen más lento el trabajo de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) que, de por sí, lleva cinco meses sin informar algún resultado de su indagatoria.
Las acciones legales las han interpuesto –no sólo en la FGJCDMX, sino en la General de la República (FGR)– los despachos de abogados de las víctimas, los de los ex-servidores públicos vinculados al proyecto de construcción de la llamada Línea Dorada y de las propias empresas que ejecutaron la obra.
Toda esta presión a las autoridades se da en medio del contexto político en el que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y el canciller Marcelo Ebrard se avizoran como precandidatos presidenciales para 2024.
A este escenario se suma la incertidumbre por el nuevo retraso –el cuarto– de la empresa DNV México en la presentación de su análisis Causa-Raíz sobre el accidente de mayo pasado. Según la petición que hizo el pasado 23 de agosto, de “dos semanas adicionales” a lo programado, debió difundir ese documento hace tres semanas.
Ante ese vacío, la empresa Carso Infraestructura y
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