ARRIBA DEL TODO, EN AEL NORTE
DE NIÑO, NUNCA FUI DE ACAMPADA. Las vacaciones familiares eran en hoteles, y los viajes escolares, en albergues juveniles. Tuve mi primera experiencia de campamento hace quince años. En Islandia, y no voluntariamente: en Mývatn, un lago en el noreste, donde hay muchos mosquitos, pero casi nada más. Y me enfrenté a la duda de elegir entre una sencilla habitación de hotel con baño en el pasillo por 300 euros o un camping en la orilla del lago. Qué suerte tuve de que la compañía telefónica local tuviera tiendas de campaña a la venta tras una promoción…
En general, no fue una mala experiencia, y el amanecer a la mañana siguiente fue bonito. Pero no
