TECH RUN
LA TECNOLOGÍA HA IDO MARCANDO EL RITMO. Solo han pasado veinte años desde que nos pusimos el primer reloj GPS en la muñeca, diez desde que el primer corredor pasó por un segmento Strava y dos desde que los récords se miden con placas de carbono. En menos de una generación hemos pasado de los cronómetros básicos y las lecturas de pulso a mano a una medición de la frecuencia cardiaca (FC) en tiempo real, con estimación de VO² máx y recomendaciones de tiempos de recuperación. La tecnología de rastreo ha ocupado el cuerpo de los corredores con sensores en las extremidades, pero será en esta década cuando va a meterse, literalmente, bajo la piel del rendimiento deportivo.
La siguiente generación de herramientas para entrenar, correr, recuperarse, alimentarse, hidratarse e incluso para elegir calzado será más inteligente y personalizada. Podremos olvidarnos de las recomendaciones generales y tendremos información concreta sobre las complejidades de nuestra propia fisiología y bioquímica. Hazte una idea.
Alimentación de primera
Lo que le funciona a un corredor, no tiene por qué funcionarle a otro, ya sea en el calzado o en la alimentación. Y cuando hablamos de esta última, nos referimos a algo más que tu sabor preferido de gel. Algunos estudios sugieren que cada persona procesa los carbohidratos a tasas diferentes y que algunos alimentos ‘se queman’ más rápido en unas personas que en otras. Y todo eso importa: en un estudio de la Universidad de Fráncfort se descubrió que la velocidad a la que se absorbía la insulina variaba en un factor de hasta seis puntos en individuos diferentes.
La función FuelWise del reloj Polar ya usa datos fisiológicos para poder sugerirte estrategias de alimentación cuando corres y entrenas, basándose en la duración y la FC estimada de tu carrera.
Los monitores continuos de glucosa (CGM), creados para diabéticos, harán de la alimentación de
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos