CARLES CASAGEMAS RETRATO DE UN SUICIDA
EN LA SÉPTIMA DIVISIÓN DEL CEMENTERIO DE SAINT OUEN, EN LA AVENIDA MICHELET DE PARÍS, TODAVÍA SE CONSERVA HOY UNA LÁPIDA DESTARTALADA CON UN CRÍPTICO NOMBRE QUE CLAUDE PICASSO, HIJO DEL GENIAL ARTISTA MALAGUEÑO, MANTIENE A SUS EXPENSAS, QUIZÁ COMO ALBACEA TESTAMENTARIO DE LOS REMORDIMIENTOS DE SU PADRE. Bajo esos palmos de sagrada tierra parisina se hallan los restos de Carles Casagemas, séptimo hijo de María de las Nieves Coll Vendrell y de Manuel Casagemas Labrós, un egregio caballero de la sociedad calalana que llegó a ser vicecónsul de Estados Unidos, de Suecia y Noruega, administrador del banco de Cataluña y, en sus últimos años, secretario general de la célebre Compañía Trasatlántica que había fundado Antonio López y López –marqués de Comillas-.
La familia de Carles Casagemas tenía una casa en la Calle Conde del Asalto, donde los domingos por la tarde celebraban tertulias literarias, y otra en Badalona, sobre el tramo de la carretera nacional –que hoy se conoce como san Bruno–, y que era conocida como Cal General, porque en otros tiempos había sido habitada por un militar irlandés llamado que combatió a las tropas napoleónicas. No en vano, los Casagemas eran el paradigma de la
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