PELÍCULAS MÍTICAS LAS MINAS DEL REY SALOMÓN

Desde su notable papel como título clave del cine de aventuras, este largometraje es también, para quienes hayan tenido el placer de leer la novela homónima en la que se basa su guion, escrita por H. Rider Haggard, un perfecto ejemplo de cómo el cine adapta a sus propios códigos o necesidades de lenguaje, época y público las propuestas literarias.

Ello me lleva a recomendar, reiteradamente y sin cansarme, el retorno a la lectura para aquellos y aquellas que la abandonaron, y la persistencia en leer para aquellos que quieran conocer en su verdadera esencia las novelas originales que dieron lugar a las mejores películas. No se trata tanto de poner los libros por delante de las películas, o viceversa, como