¿CÓMO ES EL MUNDO VISTO POR LOS OJOS DEL CEO MÁS INFLUYENTE DEL PLANETA?
TIM COOK, CEO DE APPLE, fue -el pasado 20 de abril- el foco de las miradas de millones de personas en todo el planeta. Ese día inició su más reciente keynote, el encuentro más esperado por los seguidores de la compañía de la manzana y por medio mundo. Nosotros no lo sabíamos aún, porque era el secreto mejor guardado, pero él sí: presentaría un nuevo iPad Pro con el ansiado chip M1, los coquetos AirTag, una actualización del Apple TV 4K, un renovado iMac, un disfraz provocadoramente púrpura para el iPhone12...
Ese día, las palabras de este hombre muy afable que te mira a los ojos con la curiosidad intacta de un estudiante de primaria, revolucionarían -como siempre, tras cada gran anuncio- las cuentas corrientes de millones de compradores compulsivos desde Shanghái a Salt Lake City, desde Ulán Bator al barrio de San Telmo en Buenos Aires. Ahora estaba ahí frente a mí, esperando a que le lanzara la primera pregunta. Pelo ceniza impecablemente cuidado sobre fondo de decoración minimalista: esa lámpara encendida, ese recipiente naranja para una vela (sin vela), tres libros escogidos, un pequeño bonsái que hace de punto de fuga... Es el cuadro que un pintor de corte habría elegido para retratar a un emperador del siglo XXI.
En las escuelas de periodismo enseñan a empezar las entrevistas por el principio, pero no es fácil elegir un principio para Tim Cook. ¿La infancia en la Alabama rural de los 60, quizás? ¿Su obsesión infantil por las matemáticas? ¿La carrera de ingeniero industrial en Auburn? ¿Su primer día como CEO de Apple, sucesor de Steve Jobs, justo ahora hace 10 años? ¿El momento en el que la oficina hubo de abordar el horror de la pandemia?... Elijamos un comienzo al azar.
ESQUIRE: ¿QUÉ CONSERVA EN LA MEMORIA TIM DE SU PRIMER CONTACTO CON LA TECNOLOGÍA?
Mi primer recuerdo con relación a la tecnología es, como el de todos los niños, un juego. Recuerdo el día en que salieron al mercado aquellos videojuegos que imitaban una partida de ping-pong y
