MICHELE DE LUCCHI MAESTRO
eredó de su padre, perito anticuario, un amor inmenso por los objetos –tanto que insiste en definirse a sí mismo como “constructor de objetos”–, y muy pronto se decidió a estudiar arquitectura. De su Ferrara natal se trasladó a Florencia, y más tarde a Milán, donde vive y trabaja más de medio siglo después. Su mente privilegiada de radical experimentador le convirtió en figura destacada de movimientos como
