REWIND & FAST-FORWARD Hasta el Imperio austrohúngaro... Y más allá
La escena de una sala de cine en Japón llena de espectadores disfrutando de resulta deen serbocroata o proyectado en la antigua Yugoslavia. Lo cierto es que su cine, tan genuinamente español en apariencia, traspasó más fronteras de las que algunas fuerzas vivas del país habrían querido. Sus películas se vieron en Alemania, Polonia, Suecia, Italia, Estados Unidos o Francia, especialmente hasta finales de los años 70. Sin olvidar la participación de Berlanga en coproducciones internacionales y su relación con técnicos y actores extranjeros, como sucedió en algunas de sus mejores películas: (1956), (1957), (1962) o (1967), entre otras. Buena prueba de ello son estos carteles internacionales de sus obras, presentes en la exposición del MUVIM de Valencia, que se puede ver hasta el 19 de septiembre
