LA MATRIARCA DEL LUJO
: Si todos los caminos llevan a Roma y esto incluye aterrizar en Fendi, el dicho pinta incluso mejor. La firma romana por excelencia brilla más que nunca, a pesar de la muerte de Karl Lagerfeld (director creativo de la casa durante medio siglo) y del terrible momento pandémico al que se enfrenta la industria. Silvia Venturini, nieta de la fundadora, habla con la sencillez de la niña curiosa que fue y con la calma de quien conoce el negocio como la palma de su mano.
“Fui criada en una familia absolutamente abierta al cambio. Siempre estoy receptiva”
El matrimonio Fendi estableció la primera tienda en 1925, un pequeño es hereditario, porque desde entonces solo ha habido mujeres de su familia manejando el barco. “Mi madre siempre me decía: ‘Tienes que ser la primera en llegar a la oficina y la que apaga las luces por la noche. Para ganarte el respeto de tu equipo, debes darles ejemplo’”, relata. Y así ha sido. Silvia no solo cuenta con el reconocimiento de sus empleados y del sector: también ha conquistado el . Ella es responsable de la mayoría de los que ha desarrollado la firma, como el bolso Baguette. “Fue uno de los primeros realmente útiles y divertidos. Hasta entonces los bolsos eran aburridísimos, ¿no crees?”, comenta riendo. Cuatro décadas después, admite seguir cargando con el sambenito de ‘hija de’, pero no hay mal que por bien no venga, porque esta eterna sospecha siempre le mantiene alerta.
