Tres tipos duros
Aunque todos ellos están a la venta con propulsores Diesel muy interesantes desde el punto de vista de la autonomía, ya que el gasóleo aún hoy no tiene rival como tal, Citroën C5 Aircross, Ford Kuga y Seat Ateca hacen valer una serie de tecnologías alternativas interesantes. La más ‘sencilla’ es la del modelo español, con su motor gasolina TSI 2.0 de 190 caballos que recurre a la desconexión de cilindros para ahorrar carburante cuando se circula ‘a medio gas’. El siguiente escalón lo ocupa el Ford Kuga con su hibridación media, que le hace poseedor de la etiqueta ECO; un sistema que utiliza una pequeña batería de iones de litio de 1,1 kW de capacidad en la que se almacena energía de las frenadas y del propulsor de combustión, al más puro estilo Toyota Yaris. Y, por último, el Citroën C5 Aircross, el más avanzado a nivel mecánico con su hibridación enchufable. Lógicamente este último es el que más garantías de futuro tiene, pero muchos conductores no están dispuestos a perder el feeling de la gasolina, y menos, a tener un punto de carga en su plaza de garaje, un wallbox cuyo precio parte de 1.000 euros entre el
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