OCTOPUSSY
Para quien escribe estas líneas, la novela, o más bien el relato, del que recoge el título la película que vamos a tratar es una de sus favoritas.
Esta película, además de ser de Bond, es importante, porque es una de las dos basadas en las novelas de Ian Fleming, que formó parte de la llamada batalla de los Bond, como ya habíamos indicado en anteriores entregas de nuestra revista. La otra fue Nunca digas nunca jamás.
Recordemos brevemente.
Kevin McGlory, en una sentencia judicial frente a Ian Fleming, obtiene los derechos para poder producir una película del espía británico. Eon Productions lo estuvo intentando paralizar, incluso dejando que McGlory apareciera en los como productor ejecutivo. Pero no consiguieron evitar que el productor llevase a la gran pantalla su proyecto, proyecto que se estaba fraguando desde 1976. Esta película se tituló y el protagonista sería Sean Connery, el escocés, de nuevo, volvía a recuperar su licencia para matar. Connery se enfrentaba a Roger Moore, aunque solo en cuanto a las producciones, ya que conservarían una gran amistad durante mucho tiempo.
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