SUV Racing
Gracias a Dios, la aparición de coches como éstos nos hacen recuperar nuestra fe en el automóvil y nos permite pensar que cualquier futuro no será peor, a pesar de que términos como SUV y electrificación formen ya parte intrínseca de nuestra conducción cotidiana. Afortunadamente en las marcas aún quedan mandamases que confían en el automóvil tal y como nos cautivó en la década de los 70, los 80 y los 90 y no como un mero electrodoméstico más de nuestra casa. Luca de Meo separó Cupra –Cup Racing– de Seat como si fuera la costilla de Adán, dando origen a una de las marcas más emocionantes del momento, que además ahora se permite mirar para otro lado momentáneamente en lo referente a normas antipolución y etiquetas medioambientales con esta versión sencillamente mágica que marca el tope de gama del modelo –hasta la aparición del VZ5 en la barrera de los 400 caballos–; ya habrá tiempo para cumplir sobradamente en materia de emisiones con la inminente llegada de las variantes gasolina y Diesel de 150 caballos y la híbrida de 245.
Un X2 muy especial
BMW, por su
