EL RUIDO NOS MATA MUY CALLADITO
El ruido mata en última instancia. Su cara más conocida es la molestia y la pérdida de audición, pero incluso cuando sus niveles no molestan, afecta a nuestra salud”. Así de contundente se muestra Igone García, investigadora del centro tecnológico español Tecnalia que trabaja en varios proyectos para combatir la contaminación acústica.
Esta misma idea nos la confirma César Asensio, investigador del Grupo de Investigación en Instrumentación y Acústica Aplicada de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). “Se asume que, si no hay quejas, no hay problema. Sin embargo, en realidad el ruido incrementa los riesgos para la salud en una población, aunque no se perciba”, destaca este experto en acústica ambiental y en ruido aeroportuario. ¿Cómo nos afecta? La entrevistada de Tecnalia recuerda que es un factor estresante: “Como animales que somos, estamos programados para ponernos en alerta ante los sonidos, y nuestra sobreexposición actual está derivando en efectos más o menos conocidos”.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación acústica es el segundo mayor problema medioambiental en Europa, tan solo superada por la contaminación del aire por partículas. Y advierte que nos genera “impactos cardiovasculares y metabólicos, trastornos del sueño, deterioro
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