Heredarás mi rutina
Pocas cosas hay mejores que una buena herencia genética: una melena abundante y fácil de domar, una piel firme sin imperfecciones, un color de ojos maravilloso, la estatura, unos adipocitos que no estén como locos por acumular grasa... Eso sí, no todas nuestras apuestas han de estar sobre una sola ficha. Aunque tampoco nos vamos a engañar; cierto es que, si te ha tocado laen tu ADN, ya tienes una parte del camino avanzada, pero la rutina diaria es un porcentaje altísimo del éxito final. Si en tu casa se comía de una forma sana y equilibrada, lo normal sería que siguieras esta tendencia. De igual modo, si has visto a tus padres hacer deporte o ellos han incentivado en ti la práctica, lo lógico sería que fueras una persona activa. Porque tanto los niños como los adolescentes copian -a menudo sin ser conscientes- los comportamientos de sus progenitores; de ahí la enorme importancia de ser ejemplos positivos para ellos.
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