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Espacios abiertos
Si no tienes un jardín y estás harta de ir al mismo parque local como una adolescente aburrida, lo más probable es que necesites de un espacio como Chez Le Pacha (), en el borde del desierto del Sahara. Hay muchas zonas de naturaleza inmaculada para disfrutar de este oasis marroquí y, después de explorar un rato, relajarte en el de baño turco y descansar en tu cabaña. Se encuentra justo en el límite de miles de kilómetros de dunas rojas, que puedes recorrer en camello para luego disfrutar una noche en la residencia extendida del hotel, llamada) en Islandia es una gran elección, gracias a su remota ubicación; está rodeado de volcanes activos y enormes glaciares. Ahí podrás observar la aurora boreal desde la comodidad de tu tina.
