PLANES PARA ENFRIAR LA TIERRA Y NO QUEMARNOS EN EL INTENTO
“Que viene el coco”, les decían hace años a los niños cuando querían asustarlos para que obedeciesen y se durmiesen a tiempo. Ahora, el coco de niños y adultos es el cambio climático que amenaza al planeta entero. Con dos importantes diferencias: la primera, que este monstruo es absolutamente real; la segunda, que son demasiados los que no le tienen ningún miedo.
Hace ahora un año, un artículo publicado en advertía que no vamos a salir impunes de nuestros continuados atentados medioambientales. Con los miles de millones de toneladas de dióxido de carbono que lanzamos cada año a la atmósfera, el umbral de 1,5 ºC de calentamiento máximo que han establecido los expertos como se rebasará pronto. Porque solo se necesitan 580 000 millones de toneladas de C0 para llegar a los 1,5 ºC, y resulta que las infraestructuras actuales –sin construir ni una sola fábrica o vehículo más– ya producen mucho más que eso. Ni siquiera hay que llegar a 1,5 ºC para llevarse las manos a la cabeza. Lejos de ser una amenaza futura, el cambio climático se conjuga en presente. Son muchos los glaciares que ya se han derretido sin opción de vuelta atrás, el nivel del mar asciende a marchas forzadas, las
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