Nuestro legado
Todos tenemos una historia que contar, pero Reebok hace que además te la puedas... poner. La nueva es la zapatilla inspirada en los modelos de de los años 70, a la que se le ha añadido un diseño futurista.están confeccionadas con al menos un 30% de materiales reciclados en el y han sido ideadas pensando en favorecer la sostenibilidad. Su presentación se enmarca en la segunda parte de la campaña de Reebok creada con la contribución de tres de distintas partes del mundo. La marca y sus colaboradores han querido crear un legado que puedan ver generaciones posteriores. Reebok ha contado en su proyecto, en primer lugar, con The Kickback, cuya sede está en EE. UU. y que redefine el concepto de caridad. Esta comunidad empodera a los jóvenes a convertir el deporte, las zapatillas, el arte y el espíritu más comunitario en proyectos que ayuden a mejorar la salud mental y física de los niños más desfavorecidos. En el colectivo RAAH, ubicado en Birmingham (Reino Unido), amplifican las voces silenciadas de jóvenes refugiados y víctimas de la trata de personas. Es una comunidad que apuesta por los derechos humanos, como lo demuestra el festival que organizaron con presencia de cineastas, músicos, escritores y activistas. Finalmente, Youngmin Kang tiene su base en la capital de Corea del Sur, Seúl. Este artista busca acabar con el estigma en torno a los residuos y la reutilización usando desechos para crear piezas de arte únicas y bellas, como unas sillas esculturales que fusionan plásticos de colores y replican la paleta cromática de la zapatilla retro de mujer .
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