“SER UNA DIVA ES ALGO BUENO”
Nov 24, 2020
2 minutos
POR RAFA GALÁN
La señorita Peggy estaba condenada a ser un personaje secundario. De hecho, nació sin nombre. Y también sin sus inmensos ojos azules, esos en los que te pierdes irremediablemente cuando la tienes delante, esos que te hacen olvidar por un momento que es... ya sabes... que ella es una estrella de Hollywood, y tú, al final, un simple mortal. Su historia (o debería decir ), ese término anglosajón que permite definir con una única palabra a aquellos que no son favoritos y que, sin embargo, se convierten en estrellas contra todo pronóstico.
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