PATRIMONIO COMÚN
Nov 02, 2020
1 minuto
J. L. Gallego
NO NECESITABA GRABAR con las guitarras eléctricas de Lagartija Nick y los versos de García Lorca o Leonard Cohen, para convertirse en leyenda. Ya lo era. Éramos nos descubrió a Camarón. A los aficionados a la música nos ocurre eso: que, frustrados por tanto desconocimiento, nos agarramos a esos destellos para, por fin sí, abrazar un arte, el flamenco en este caso, que a veces se muestra esquivo. De repente, ese cantaor que para entonces, 1996, ya llevaba recorridos escenarios de medio mundo, acompañado por el guitarrista Manolo Sanlúcar, exhibiendo su flamenco audaz, comenzó a ser escuchado en las casas de toda España, aunando a varias generaciones en torno a su talento.
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos