HISTORIAS PARA ECHAR A CORRER
TODOS LOS gimnasios del mundo tienen algo en común: la máquina de correr o cinta andadora, que además es una de las más solicitadas. Tanto, que en muchos centros se prohíbe utilizarla más de 30 minutos en las horas más concurridas. Y si cada vez que te subes a ella eres de los que piensan que es un ‘instrumento de tortura’, pues vas a ver que estás en lo cierto.
La actual cinta de correr está inspirada en las llamadas ‘cintas penales’, un dispositivo ideado por el ingeniero británico William Cubitt en 1818 para someter a los reos de las cárceles británicas a trabajos forzados. El ingenio consistía en una enorme rueda escalonada por la que los presos eran obligados a ir subiendo mientras daba vueltas como una especie de molino. Inicialmente, el aparato solo
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